Así fue como mis hijos, un domingo que paseábamos en familia por los pasillos de un Decathlon, nos dejaron claro a su madre y a mí qué era lo que más les interesaba de tooooda la tienda.
Se puede decir más alto, pero no más claro. Y además se puede decir a cualquier edad, aunque seas tú la mamá o el papá que va a comprar la cama elástica en cuestión, porque mi respuesta fue: mamá, yo también quiero una cama elástica.
Y ya no fuimos capaces de seguir avanzando, nos quedamos en la sección de camas elásticas de la tienda hasta dar con la que se iba a venir con nosotros a casa.
- Garantía : 2 años
- Incluye : Red de seguridad, Escalera, Funda protectora...
- Peso max : Con kit de anclaje, testado para 150 kg...
¿Una cama elástica solo para niños? ¿o para adultos?
Lo primero que me sorprendió fue la pregunta del dependiente que nos atendió:
–Qué tipo de cama elástica está buscando, ¿infantil o para adultos?
Mi primera reacción fue responder que era para los niños, claro, pero a medida que avanzábamos entre la gran oferta de camas elásticas de distintos tamaños y formas -y alentado por las explicaciones del vendedor- empecé a verme a mí mismo dando saltos y la sensación, no solo era divertida (en mi cabeza), sino también… vigorizante.
–Bueno, para los niños pero que aguante también nuestro peso, que nunca se sabe, incluso puede ser un buen ejercicio…
No había terminado de hablar cuando el dependiente me lo contó todo sobre los beneficios de saltar sobre una cama elástica: parece que es un excelente ejercicio aeróbico de bajo impacto. Pues qué bien.
La cama elástica de fitness: diversión para los no tan niños.
Y tras regalarme toda esa información, me mostró la oferta de camas elásticas pequeñas que son las que están pensadas para practicar fitness.
Cuadradas o rectangulares, pequeñas y de baja altura. Sin duda, estaban bien pensadas para hacer ejercicio, pero lo que mis hijos buscaban era diversión, lo veía en sus caras.
Una cama elástica grande, pero ¿rectangular o redonda?
Ya teníamos claro el tamaño, toda la familia de acuerdo: una cama elástica bien grande.
Nos quedaba elegir la forma ideal y nos decidimos por la rectangular, al final no sé ni por qué: ninguna de las dos era más barata que la otra, así que el precio no fue determinante.
La superficie de salto era más o menos igual (en tamaño), pero quizás una superficie rectangular iba a permitir mejor compartir una sesión de saltos entre dos delimitando cuál sería el espacio de cada uno. Lado derecho, lado izquierdo, y una línea imaginaria en el centro.
Recambios para la cama elástica: seguridad y mantenimiento
Pero a la diversión a base de saltos hay que añadirle algunas medidas de seguridad. La principal y no negociable para estrenar nuestra cama elástica era la red de seguridad.
Para eliminar el riesgo de caídas aparatosas, añadimos a nuestra compra una red que rodea por completo la cama elástica. Sin red no hay saltos, ese es mi lema.
Además, me informé sobre todos los accesorios y repuestos para el correcto mantenimiento de la cama: muelles y cubremuelles que hay que sustituir en caso de deterioro, o el protector de la cama elástica para que la lluvia o el frío no dañen la superficie y conserve su elasticidad.
Un trampolín y a volar
No, no, piscina aún no tenemos, no es ese tipo de trampolín al que me refiero, es que a las camas elásticas también se les llama trampolines, por la traducción del término inglés trampoline. Una curiosidad.
Y digo que “a volar” porque eso es precisamente lo que hacemos la familia al completo a base de saltos. La competición está ardiendo y los saltos son cada vez más altos. Casi, casi tocamos el cielo.
Y tú, ¿te animas a comprar una cama elástica y poner a tu familia “en órbita”?
Última actualización el 2023-03-30 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados